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¿Qué es la gestación subrogada? ¿Cuál es la situación de la gestación subrogada en el mundo?
Además de España, Francia, Alemania, Italia, Portugal y Bulgaria prohíben cualquier forma de gestación subrogada. En el Reino Unido, Irlanda, Dinamarca y Bélgica, está permitido siempre que no haya una compensación económica para la mujer embarazada, con la excepción de los gastos de embarazo. Sin embargo, la subrogación comercial es legal en varios estados, incluidos Rusia y Ucrania. Yo voy a intentar resumir cosas para que empieces a ponerte en situación acerca de cómo es el momento actual de la gestación subrogada en el mundo, pero puedes tener mucha más información técnica en este enlace.
¿Qué es la gestación subrogada?
La definición de gestación subrogada implica que una mujer, llamada madre subrogada, acepta tener el hijo de otra persona o pareja. La situación ideal es que la embarazada solo proporcione el útero para mantener el embarazo y dar a luz al feto. Previamente se debe haber firmado un contrato entre las dos partes por el cual la embarazada renuncia al derecho a la maternidad.
Tipos de gestación subrogada
Suele referirse a la gestación subrogada realizada por inseminación artificial con esperma del futuro padre, aunque también podría ser FIV con óvulos de la gestante. La gestación subrogada tradicional generalmente no se aplica en la actualidad, porque en este caso la participación de la embarazada sería más importante. La mayoría de los destinos donde se aplica la gestación subrogada sólo permiten la forma completa o gestacional.
Subrogación en España
La ley española sobre técnicas de procreación asistida indica en su artículo 10 que el contrato de gestación subrogada es nulo y que la mujer que da a luz es considerada como la madre legal del bebé. Por tanto, las personas y parejas que necesiten este método para tener un hijo deberán viajar a países cuyas leyes permitan la aplicación de este método de reproducción a los extranjeros. Cada uno de estos países tiene sus propios requisitos legales con respecto al proceso de gestación subrogada.
Caso de ausencia de útero o malformación uterina
Se trata de una anomalía en la que una mujer nace sin útero y / o vagina o, si existe, su desarrollo es incompleto.
¿Es posible la subrogación para un padre soltero?
Sí, es una de las situaciones de infertilidad estructural por la que es necesario recurrir a una mujer embarazada, al igual que las parejas homosexuales.
¿Es posible la subrogación entre hermanas?
Este sería el caso en el que la embarazada queda embarazada del óvulo de su hermana y, como resultado, da a luz a su sobrino. No, la gestación subrogada no está permitida en España.
¿Está permitida la gestación subrogada en España?
Será nulo y sin efecto el contrato por el cual se celebre el embarazo, con o sin precio, por una mujer que renuncie a la filiación materna a favor del contratante o de un tercero. La gestación subrogada no está permitida en España, aunque la ley no sanciona esta práctica, por lo que las familias acuden a terceros países para encargar y recoger a sus hijos que están embarazadas de una mujer extranjera.
Para hacer esto, debemos demostrar que no se pueden tener hijos de forma natural.
Pocos debates generan tan poco consenso, incluso dentro del mismo partido político o grupos con intereses similares. Subrogación versus alquiler de útero, mercantilización del cuerpo femenino versus altruismo, deseos de paternidad versus derechos humanos… Es un auténtico y apasionado debate en el que las partes no terminan de encontrar puntos en común.
Esta práctica, en la que una mujer da a luz a un hijo cuya maternidad y paternidad ceden a otros, se ha convertido en una cuestión realmente espinosa que suscita dudas éticas.
La disputa por la gestación subrogada comienza con su nombre. Las agencias de gestación subrogada y las asociaciones de familias que utilizan sus servicios hablan de gestación subrogada. Para ellos, la gestante es una mujer que lleva al niño de otra pareja en su útero hasta el parto, sin ninguna relación genética entre ella y el niño. Pero esta definición no convence a los organismos internacionales ni a los activistas de derechos humanos que la ven como una forma de blanquear la desigualdad que hace que las familias en el mundo desarrollado paguen a las mujeres más desfavorecidas por ser meras beneficiarias, independientemente del impacto que la separación después del parto tiene madre y niño, incluso si no lleva sus genes.
Hay quien piensa que durante el embarazo, los vínculos bioquímicos y psicológicos se hacen tan fuertes que incluso el cerebro de la madre se ve alterado. Otras opiniones van en el sentido de que es una tragedia para el bebé en el útero. Si la madre no siente al bebé como su hijo, el bebé lo percibirá y esto afectará su desarrollo y marcar su personalidad.
Los obstetras y parteras que atienden a mujeres embarazadas están muy preocupados cuando una mujer embarazada no se siente conectada con su bebé. Son los argumentos de la otra parte del debate. Aseguran que saben que esto es una señal de alerta de posibles problemas y complicaciones graves del embarazo.
En sentido amplio, los términos de gestación y maternidad asociados a los de gestación subrogada o subrogación designan el hecho de que una mujer está dispuesta a tener un hijo para traerlo al mundo al que le ha sido confiado y que lo hará y en adelante asumirá su paternidad o su maternidad.
Así es que en la práctica se trata de un convenio o contrato entre dos partes: la gestante que renuncia a sus derechos de filiación y el titular, gestante subrogada, aspirante o intencional o pareja que realizó el pedido.
La subrogación considera una perspectiva médica y otra legal. En cuanto a la procreación asistida, puede ser inseminación artificial o reproducción in vitro.
Por su parte, los padres titulares o sustitutos pueden estar o no ligados genéticamente al niño. La pareja principal puede estar formada por la dueña del óvulo y su pareja o el dueño del espermatozoide y su pareja, pero también se pueden obtener gametos de terceros mediante donación o compra.
Desde un punto de vista legal y ético, la EM es un tema controvertido debido a su naturaleza disruptiva sobre cómo se ha entendido tradicionalmente la relación entre la maternidad y la paternidad. En este sentido, el derecho civil establece que la filiación se determina por el parto, es decir que la mujer que da a luz es la madre legal.
El IM implica el traslado del bebé gestante a otro u otras personas que lo inscribirán en el registro civil, es decir que las gestantes tienen derecho a considerar al bebé como legalmente suyo.
Es necesario aclarar el término de sustitución, según la RAE significa “sustituir o poner a alguien o algo en el lugar de otra persona”. En este sentido, la sustitución en la gestación sería un eufemismo, porque la gestación, como la respiración, no la puede hacer otra persona.
Evidentemente, el embarazo incluye aspectos fisiológicos y psicológicos fundamentales; entre las primeras, las hormonas, el embarazo, el parto y el puerperio, y entre las segundas, los lazos emocionales entre la gestante y el feto. Se debe tener en cuenta que durante el embarazo existe una alta interacción entre la gestante y el feto, pudiendo detectar genes fetales en sangre materna después del embarazo.
En rigor, la expresión “maternidad subrogada” estaría reservada para el caso de una mujer que prestaría su útero para llevar el óvulo fecundado de otra mujer; por lo tanto, la mujer embarazada no estaría relacionada genéticamente con el feto. Para quienes se oponen a la EM, sería más correcto hablar de “gestante subrogada”, para denotar una transacción o venta entre la gestante subrogada y los clientes. Sin embargo, esta expresión se considera ofensiva para las mujeres que lo hacen de una forma altruista.
Una cuestión controvertida es el significado mismo del término madre, ¿quién sería la madre o el padre? A la polémica se suma la promoción de los derechos del recién nacido, que se sobre-argumenta en el sentido de que no es propiedad de los padres y se considera objeto de protección.
