La artista ucraniana que venció el nerviosismo con desnudez
Kristina Podobed combina la desnudez con la naturaleza para crear obras sorprendentes.
El trabajo de la fotógrafa ucraniana Kristina Podobed podría hacerte ruborizar. Su postura sobre los cuerpos, la desnudez y la sexualidad en la fotografía es suficientemente libre. Sus fotografías están ahí para apresar lo desprevenido, para empujar a los límites donde la amedrentad y la vulgaridad de súbito se fusionan para crear una imagen áspera y franca. Es de esos fotógrafos que andan en esa línea fina que acaban retando el status quo sobre la ética de la sociedad. Son los fotógrafos que precisamos más en estos días.
Podobed empezó su carrera fotográfica en dos mil once. Fotografiándose a si misma y a sus amigas. La fotografía para ella se ha transformado en una forma de superar la poquedad y el malestar que sentía sobre su cuerpo, y de cuestionar todos y cada uno de los tabúes sociales que existen en torno a la desnudez. Sus fotografías no solo se refieren al cuerpo, sino más bien a la identidad femenina en nuestro cosmos impulsado por la imagen.
Prácticamente todas las mujeres recuerdan haber aprendido a verse bien, a portarse adecuadamente, a ocupar menos espacio, y Podobed se esmera por desarticular estas restricciones. Su retrato de la infancia es cruda y franca, lo opuesto a glamorosa. Pero impresionantemente preciosa, de límites íntimos mas jamás tímidos, y con un sentido del humor agudo.
En nuestros días aún hallamos censura para los cuerpos femeninos en el arte, la moda y los medios. Incluso en nuestra existencia rutinaria. Hay plataformas de medios sociales que abochornan las imperfecciones y estigmatizan los pezones femeninos. A Podobed se la rechaza en Facebook. Y siendo de Ucrania, Podobed ayuda a desarticular el mito deshumanizante de la mujer de la Europa del Este como una muñeca superficial.
Ella prueba que la belleza viene con personalidad, y asimismo con líneas de bronceado y también imperfecciones, y la libertad viene con barro y magulladuras.
En su trabajo de forma frecuente se muestra el cuerpo, la desnudez y la sexualidad femenina. Ella acostumbraba a retratarse a si misma y a sus amigas, y aún hace lo mismo. Pero mucho ha alterado en concepto la manera en que mira el cuerpo. Aun hace dos años era muy tímida sobre su cuerpo -tal y como ella dice- y acostumbraba a sentirse muy incómoda si llevaba algo abierto, como un top, y más por no emplear un sostén. No podía mirar su cuerpo desnudo sin sentirse avergonzada. Y ni tan siquiera podía comprender por qué razón se sentía de esta manera.
Mirando una fotografía de una niña desnuda no pudo eludir juzgarla. Mas la fotografía le dijo que tenía que superar esos sentimientos, y ahora su perspectiva y sus ojos están realmente abiertos. Está muy feliz de comprender ahora que no hay nada vergonzoso sobre el cuerpo desnudo. La gente no debe reaccionar de forma negativa a ello. Debemos llegar al punto en que la desnudez sea más admitida en la cultura, y ella trata de aportar a ello con su fotografía.
Su trabajo se centra en las mujeres. Las chicas siempre tienen algo que decirle en las fotografías. Jamás ha estado verdaderamente interesada en modelos masculinos, no los encuentra bellos. De las mujeres que fotografía quiere enseñarlo todo y nada a la vez. Le resulta muy extraño que en las redes sociales como facebook o instagram se prohíban fotografías que representan el cuerpo femenino de una forma segura y artística. Dice que esto la pone realmente triste, “vivimos en el siglo veintiuno” -se queja-. “No puedo entender por qué razón existe esta censura, y por qué razón se supone que los senos son ofensivos. O bien tomemos un caso de la prohibición de una fotografía de una escultura por el hecho de que tiene un pene. Esto es absurdo. Supongo que mi primordial forma de protestar por todo eso es seguir tomando fotografías”- asegura. .
Aunque es de Ucrania asegura que esto no le han influido. -Me chifla Ucrania, es beautiful-.
+ en: The Ukrainian artist who beat nervousness with nakedness | Dazed