Hablemos de gentes eróticas que enfocan el sexo por diversión, que buscan el placer sin tabúes ni complejos. De cosas eroticas que se compran, que se hacen o se practican. Porque el sexo no es solo para parejas, y porque todos podemos acceder a los juegos sexuales con cosas que podemos encontrar en un sexshop online. Cosas para hacer con tu pareja y gozar al máximo.
Hay, por ejemplo, juegos eróticos originales para avivar el deseo.
Imagina una pareja practicando sexo. Buscando nuevos juegos sexuales para hacer. La rutina acostumbra a ser precisa y aparecer la vida rutinaria, y puede transformarse en monotonía. La monotonía es aquella rutina que se hace hastiada, que no apetece y que nos gasta. Las personas tendemos a hacer lo mismo y a dejarnos capturar por la rutina. Eso puede conducirnos a esa monotonía.
Cuando nuestra sexualidad entra en el terreno de la monotonía… la chispa puede desaparecer. Cuando relacionamos el sexo con algo hastiado, no nos apetece, y de ahí que puede ser bueno recurrir al juego sexual.
Todo juego sexual ha de ser permitido por todos y cada uno de los participantes. Por los dos miembros de la pareja. Podemos jugar a atar a la pareja. Tampoco son precisas unas esposas, pero vienen bien. Inmovilizamos a la pareja y quien es atado debe dejarse tocar y disfrutar. Quien toca asimismo es quien domina la situación. Es un juego a fin de que uno o una se dedique absolutamente al otro u otra.
juegos sexuales de moda
También podemos jugar a no ver. Venda los ojos a tu pareja y juega con su cuerpo. Puedes comprar un kit profesional para esto. Quítale la camisa y úsala para taparle los ojos.
Abrazo la filosofía del minimalismo, del vivir con poco y del gastar lo menos posible. La conciencia medioambiental y una cierta inquietud espiritual me hace buscar fuera de los recursos materiales. Pero un poquito de gasto cuando se trata de sexo del bueno, no viene mal. Por ejemplo, puedes encontrar los mejores Masturbadores masculinos en Sexandroad. Juguetes sexuales… amantes electrónicos…
Si vamos en pos de nuevas sensaciones, hay que probar sin más Sona, un estimulador de clítoris a base de ondas de sonido. Comienza una nueva era de vibradores sónicos. Va a dar mucho que hablar y que gemir. Las ondas que emite Sona no solo llegan al clítoris que podemos ver y tocar sino más bien a todo este órgano. Sabemos que, el clítoris, es como un iceberg que solo muestra al exterior una pequeña parte de sí.
Un accesorio a probar por las clitorianas es cualquiera de los nuevos masturbadores de silicona médica, cien por ciento sumergible y recargable. Para las amantes de la penetración, Stronic G, de Fun Factory. Es lo más semejante que hay a un empotrador pues el aparato imita las embestidas que el hombre efectúa a lo largo del coito.
literatura erótica de calidad
La historia de la literatura erótica lo es también de la censura. Mejor aún, de la forma de escapar a ella. Muchos autores usaron sus libros para denunciar aspectos de la sociedad en la que vivieron. Sexo, sátira y demanda van y fueron muy frecuentemente de la mano. El amante de Lady Chaterley es una novela transgresora, de explícitas escenas de cama, y porque su autor, D.H. Lawrence, aprovechaba siempre para introducir el choque de clases sociales.
Lo que más escandalizaba a la sociedad de entonces pudiera ser que Constance Chaterley le pusiese los cuernos a su marido. Pero también que lo hiciese con alguien de una clase inferior.
Permafrost, la novela de Eva Baltasar, es un claro ejemplo de esta corriente. La autora no solo trata el tema de las relaciones lésbicas, sino que la obra es una dura crítica a la sociedad. Nos habla de la dicha falsa que dan los antidepresivos y el fiero mundo de lo laboral, que devora a sus hijos. Un titulo que hace referencia a esa capa de suelo, de forma permanente congelado, que hay en el frío. Metáfora de un barniz con el que muchos humanos van por la vida.
La novela ganó el premio Llibreter,en su siete edición y pronto va a salir en español. Y en otros idiomas. Permafrost responde a una temática bastante underground. Una lesbiana con inclinaciones suicidas y con inconvenientes laborales, familiares y de pareja.
La editorial Café con Leche ha tenido ya sus encontronazos con las redes sociales. La versión moderna de la Inquisición en lo que se refiere a sexo y a cosas eroticas online. Amazon retiró una de sus reediciones de tradicionales eróticos, Fanny Hill, por considerarla porno. Fb bloqueó su cuenta al ver la portada de una de sus novelas, ¡Sí, mi capitana! pues aparecen varias mujeres piratas en actitud erótica.
FOTO CORTESÍA croisy
